Twitter ha resultado ser una especie de adicción peligrosa que he de aprender a controlar. La diferencia entre la vida en el 2.0 y la del antiguo 1.0 son los tiempos. Yo, lo confieso, no soy capaz de atender a todos los palos que se pueden llegar a tocar en esos universos virtuales: Fotos, vídeos, conexiones con Blogs, una vida Social MUY intensa (#EBE10, #Webbar,...) quedadas, conocidos y desconocidos, yo creo que representa un compromiso y un esfuerzo realmente importante.
Hay muchos debates en los TL,pero hay uno sobre "calidad o cantidad",que creo un poco pueril. De vez en cuando leo comentario del orden de "me han desaparecido mis chorrocientosmil twitts", problemas técnicos supongo yo en mi ignorancia. Pero hay gente verdaderamente preocupada por el tema. ¿Es que cuantos más twitts y más seguidores y más #FF tenga uno/a es más o mejor persona?.
En una ocasión me llego una referencia a un artículo muy gracioso de alguien que había sabido plasmar una pequeña parte de la "Fauna" que puebla este pequeño rincón digital: http://www.emezeta.com/articulos/la-fauna-de-twitter . El artículo está muy bien ilustrado pero representa una fracción de todo lo que se puede encontrar.
Twitter es como un inmenso mercado/barrio/patio de vecinos, pero a escala internacional e inmediata. Siempre al alcance del teclado, siempre hay gente en linea. A este o al al otro lado del océano. Para mí resulta fascinantemente peligroso. Atrayente. Y casi necesario. Me sorprendo dado los buenos días y las buenas noches a gentes que están lejos en la distancia, pero que en poco tiempo se han convertido en compañeros de esta aventura del sobrevivir. Porque, al menos a mi, me han tocado unos compañeros de viaje tremendamente educados que hasta me dan clases gratis.
Naturalmente, cada cual se va haciendo su corrillo o se va haciendo un hueco en alguno ya existente. Es como en el patio del colegio, tu eliges jugar con esa determinada gente que, en principio crees, te resulta más afín y ves que van convergiendo gentes a las cuales a través de sus expresiones, sus malos humores, sus chistes y sus ocurrencias diarias tu harías caso también si te las encontraras en el bar de la esquina.
Cuando era más joven teníamos una pandilla que nos reuníamos todas las tardes en un bar. El dueño no se hacía rico con nosotros, pero le dábamos un color al local que de otra manera nunca hubiera tenido.
Hemos aprendido mucho más cerca de la barra y de las gentes que aparecían y desaparecían que con cualquiera de las escuelas o academias a las cuales asistíamos. Amores, desamores, enfados y muchas risas. Ese pequeño microcosmos de afinidades por el que todos hemos pasado.
Pues eso es twitter, un pequeño (porque aunque pueda ser amplio, al final acabamos escogiendo nuestro rincón y a nuestros acompañantes, si nos aceptan de buena gana) pero agradable rincón de un mundo virtual, y como dice una nueva/buena amiga, tremendamente frágil donde poder dar reposo a nuestras inquietudes o encontrar un momento de consuelo en esta vida tan complicada y en estos tiempos tan extraños que nos han tocado vivir. Para mí es un universo fascinante poblado por unos habitantes espectaculares. Gracias a todos por acogerme, no tendría bastantes #FF para todos.
Toda esta parrafada ya la resumió hace mucho, un gran poeta y excelente músico: Gato Pérez
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