Desde que tengo memoria, siempre he tenido miedo a la soledad. Creo que como cualquier otro ser humano. Recuerdo que antes no me gustaba ir al cine solo, y más o menos me
las he ido apañando para esquivar a la soledad en cuantas ocasiones se
han cruzado nuestros caminos. Somos animales sociales y sociables y ese
instinto gregario nos hace buscar compañía, consuelo y atención en otros
seres de nuestra misma especie.
Hasta aquí, todo sería más o menos normal. Concretando: hasta hace
unos años. Mi "descubrimiento" lo hice en una ciudad extranjera y fría
de centro Europa. El viaje había sido organizado y planeado
cuidadosamente como parte final de un proyecto laboral. Debía de acudir
porque estaba convencido de que necesitábamos estar presentes en un
evento importante. Y allá que me fui. Yo solo. Hala!.
Lo cierto es que fue todo un descubrimiento. No tenía mas remedio que
arreglármelas. Con el idioma, para comer, con el trabajo...y no se dio
nada mal. Lo pasé muy bien. Por las tardes disponía de un poco de tiempo libre y aproveche para
callejear por la ciudad. Un abono de transporte y un poco de orientación
me permitieron explorar, a mi aire, las frías calles de esa ciudad. Y
creo que fue al llegar a una importante plaza cuando me la encontré de
frente, allí con el pelo agitado por el viento: mi soledad.
Estaba allí, plantada delante de mí, sonriendo picarona. Como
diciéndome: ves como no era tan difícil?. A que no está mal?. Tuve que
reconocer que tenía razón y a partir de ese momento disfrutamos juntos
de la ciudad nevada y de unos días extraordinarios. Desde entonces no me
ha abandonado y sigue conmigo el viaje cada día. Vamos aprendiendo el
uno del otro y creo que no nos va tan mal. De hecho, cada vez más, hay
días que añoro su ausencia. Necesito estar solo, un poco de tiempo cada
día y me voy buscando estrategias para poder conseguirlo.
Afortunadamente mi trabajo más o menos, me lo permite y paso muchas
horas al día, solo.
Esto no quiere decir que no me guste la compañía de otros seres
humanos. tan solo indica que he perdido ese miedo, ahora absurdo, a mi
soledad. Ahora entiendo que ella forma parte de mí y que yo sin ella no
soy un yo completo.
:-)
No hay comentarios:
Publicar un comentario