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domingo, 23 de septiembre de 2012

Baño.

Me ha costado un poco, ya que no conozco la casa y el hecho de que aceptaras mi invitación he de confesar, me pilló por sorpresa. Tantas conversaciones, tanto mails, y aquel día cuando te lancé el órdago de ir a tu casa, me sorprendió que aceptaras tan rápido. Pero ya lo tengo todo preparado. El agua no esta demasiado caliente, pero si lo suficiente como para que al entrar, sientas como todo lo malo que llevas adherido a la piel, todas la batallas perdidas, todos los disgustos y las penas, se deshacen por arte de magia.

No te he dejado entrar en el baño para ayudarme, y por eso me ha costado, pero al final he encontrado las velas y al fondo de un cajón (por cierto, luego me cuentas que es "eso") he encontrado un poco de sales minerales para dar un toque de olor. El baño esta caliente, para que no tengas frío y solo me queda cogerte de la mano y llevarte desde tu habitación hasta allí. Veo que has sido una buena chica y me has obedecido, te has desnudado y te has puesto la bata, pero aun así te pongo una venda en los ojos, quiero que abras unos sentidos y que cierres otros. Quiero que juegues con los aromas y los sonidos, te olvides de la vista y dejes libre tu imaginación.

Tu pelo, recogido en un moño muy gracioso, rebela tu cuello... pero ...ejem. No nos distraigamos que ya estamos casi.
-Uf. Que calor -me dices.
+Si, es necesario que abras todos los poros de la piel -te explico- para dejar salir todo lo malo que se te ha ido pegando como una costra. Ahora, te voy a quitar la bata. Me dejas?
-Si. Contestas bajito, todavía pudorosa, a pesar de haber aceptado las reglas de mi juego.
"Déjate llevar", te propuse. "Hasta donde me lleves", me contestaste tu, sonriendo.

Y aquí estamos. Suelto el cinturón de la bata y la dejo resbalar lentamente, sabes que estoy detrás de ti, y cuando ha caído del todo, giras levemente la cabeza y me sonríes. Yo te cojo de la mano, me la aprietas fuerte y desnuda en cuerpo y alma, me dejas que te ayude a entrar en la bañera.
Hay tantas cosas encerradas en esa media sonrisa que no hace falta explicar... Confianza, esperanza, sueños, cariño, tu deseo de ofrecerte desnuda y a la vez tu suplica muda para que abrace a la niña que todavía vive dentro de ti, y que tan indefensa está, a veces.

Te cojo de la mano, y te ayudo a entrar en el agua caliente.
-Uf!!! Esta quemando.
+Tranquila, enseguida pasará. Déjame que te ayude.
-Ay, Uy, uf! Exclamas mientras te ayudo a tumbarte en el agua, poco a poco.

Una vez dentro de la bañera, y al ir a quitarte le venda, me sorprendes:
-Déjala puesta. Quiero sentir a través de la piel... Me dices... quiero sentir.

No puedes verla, pero una gran sonrisa ilumina mi cara. Da igual la velas, lo importante es que has aceptado el juego y que ahora, dentro del agua, te relajas y apoyas la cabeza hacia detrás... escuchando los pequeños chapoteos de la esponja empapada. Cojo agua y te la dejo caer por los hombros y el tiempo se detiene, las prisas, las dudas, los problemas, se van disolviendo poco a poco en ese baño fragante y caliente. Estamos en silencio, no hace falta nada mas, yo tampoco espero nada mas, pero de nuevo vuelves a sorprenderme...

-Empiezo a tener frío. Entras y me abrazas? Me propones...
Sinceramente, no me lo esperaba. Ya es de por si un enorme placer el que hayas confiado en mi, para ayudarte. Pero esto...
-Ven. Me dices. Extendiendo tu mano. Necesito que me abraces. Ponte detrás, la bañera es grande, cabemos los dos. Abrazame. Hoy lo necesito.

La verdad es que no me lo pienso dos veces, y me quito rápido la ropa, y con tu ayuda, me meto en la bañera. Me sorprende la agilidad con la que te acoplas y te recuestas encima de mi pecho. Coges mis manos y me ayudas a vencer mi timidez abrazando tu pecho y tu estómago. Con la venda aún puesta, me susurras: 
- Cuéntame un sueño bonito"...
Y pienso que es en estos momentos, donde se esconde la verdadera felicidad...
+El sueño es estar aquí, contigo, ahora. Ahora hazte hacia delante, que te frote la espalda...

Tu media sonrisa, me dice que estas a gusto.
Y entonces yo también soy feliz.

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