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jueves, 19 de enero de 2012

Besos o agujetas.

No quiero recibir más besos.Me explico, no sea que alguien se lo tome al pie de la letra, y tampoco esa es la cuestión.

La edad tiene ciertas ventajas, una de ellas es haber recibido ya muchos besos (por carta, por mail, electrónicos, en directo, en diversos sitios...) esos besos entendidos como buenos deseos amables y sinceros de amistad y cariño están bien. Pero ahora, en estos momentos, yo no quiero cariño.
El tiempo nos va apretando la paciencia con sus urgencias y nos damos cuenta de que el ayer no va a volver. No hay segundas oportunidades y las que pasan a tu lado o las pillas, o se van. "Carpe Diem"
Pues de eso se trata: no quiero más besos. Gracias.

Lo que quiero es despertar a tu lado, con muchas agujetas en músculos que han estado tanto tiempo sin trabajar, que ya no recordaba que existían. Y ver que duermes a mi lado, desnuda y tranquila.

Mirar tu espalda, y con mi dedo, subir lentamente, desde donde empieza hasta arriba. Y Seguir más allá, acariciando primero tu cuello, hasta la raíz de tu melena, y luego tu oreja y seguir hasta tu mejilla con la mano abierta, despacio, suavemente y ver como giras lentamente la cabeza, para chupar ese dedo que te estaba acariciando. Y que te gires, en ese momento, sonriendo. Si, con "esa" sonrisa... que es toda una declaración de intenciones. 

Y que me dejes disfrutar al contemplarte, vestida con la luz de la mañana. Y que, juntos, volvamos a olvidar las agujetas. Pero claro, para que eso suceda, tienes que querer dejarme acariciar tu espalda, y tu boca y tus ganas. Si no...

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