Seguimos

miércoles, 13 de marzo de 2013

Disfrutarte.

Me he levantado muy temprano para preparar el desayuno. En silencio trasteo por la cocina poniendo en marcha el café, la tostadora; sacando la leche, los cereales... Me gusta la casa en esos instantes, silenciosa y tranquila, cuando todavía la quietud de la noche le gana la partida a los ruidos del día.
Cuando el café esta preparado, me pongo la primera taza y voy hacia la habitación con ella en la mano, pero me paro al llegar a la puerta, a mirarte como te despiertas despacio, mientras el día amanece y el sol ilumina poco a poco la ventana.

Extiendes tu brazo buscando el calor que mi cuerpo ha dejado al otro lado de la cama, veo como acaricias las sabanas. Quizá, con suerte, pueda pillarte abrazada a mi almohada, oliéndola, para luego desperezarte sin pudor. No sabes que te estoy mirando y solo te das cuenta de ello al girarte, justo antes de levantarte. Me miras y  me guiñas un ojo.

Y allí estoy yo, apoyado en la puerta con una sonrisa pintada en el rostro y la taza de café que me quitas para dar un sorbo, al pasar camino del baño. Descalza, hermosa y radiante, con las chispas de mi deseo prendidas en tu pelo alborotado, te dejo pasar. Y tu lo haces muy despacio, porque sabes perfectamente que te estoy mirando el culo mientras te alejas andando.



Foto Vía : La dolce Vita

No hay comentarios: