Encontró la puerta entreabierta, empujó suavemente y entró.
-¿Estas ahí? -preguntó asustada.
Silencio. Entonces vio la nota y una silla en mitad de la habitación. Se acercó y comenzó a leer:
"Te estoy observando. Si quieres seguir jugando, desnúdate, siéntate y déjate llevar...".
Ella asintió sonriendo. Y entonces se despertó.
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Mi tercer cuento publicado en 50 palabras [ web ]

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