Seguimos

lunes, 17 de octubre de 2011

Sin palabras.

No ha sido planeado, tan solo ha surgido así. Ese pilar siempre ha estrechado un poco el pasillo y nunca se me hubiera ocurrido que ese fuera el mejor lugar, pero la vida a veces te sorprende.

Al cruzarnos he visto un brillo en tu mirada y por eso me he parado con la intención de preguntarte...ya no recuerdo que. No había podido decir nada y si no se te hubieran caído los libros, si no nos hubiéramos agachado a recogerlos, si no los hubiéramos dejado apartados en el suelo, levantándonos con nuestros brazos y nuestras lenguas ya entrelazadas...supongo que ahora no estaría escribiendo esto.

Tu respiración se ha hecho de repente, más urgente y tu boca jugando con la mía, más exigente. Has cerrado los ojos, has levantado tus brazos hacia arriba y yo me he quedado sujetándote por la cintura mientras arqueabas tu espalda. Y el mundo se ha parado de repente cuando he levantado tu falda. He notado tu corazón latir excitado, a través de tu blusa. Tu perfume nos ha envuelto en su dulce aroma y mi mano se ha perdido en dirección a tu vientre, acariciándote, acercándose lentamente hacia el centro de tu universo.

Un gemido. Y en un instante te veo con la boca y los ojos abiertos. Sin hablar, tu mirada me ha contado de tus deseos, no han hecho falta palabras cuando mis dedos han llegado al interior de tu secreto más húmedo.

Luego todo ha sido temblor, y un dulce abandono...sin palabras.

 

Comentarios:


esaotra dijo
Las mejores poesías se escriben a veces sin palabras. Sencillo, sensible, ímtimo, precioso.


No hay comentarios: