En mi barrio de toda la vida hay una calle poco recomendable que va a dar al paseo del Olvido, junto al río. Todos los niños, aleccionados por los amorosos consejos de nuestras temerosas madres, procurábamos evitarla, pero siempre acabábamos transitando bajo sus peligrosos balcones, corriendo en nuestra imaginación innumerables y peligrosísimas aventuras..
Es la calle Melancolía y ella viven dos viejas putas, de las de siempre, de las que parece que estaban allí antes de que hicieran la propia calle que se llaman Soledad y Decepción.
Viven cada una en una esquina de la calle, la una enfrente de la otra y yo las recuerdo siempre sentadas, delante de sus respectivos portales, desde que era niño. Mi madre, cuando teníamos que pasar cerca me obligaba a cruzar hasta la otra acera del paseo, estirando fuerte de mi brazo, para no tener que escuchar, me decía, las palabras malsonantes y los improperios que, con su lengua descarada, soltaban a los incautos o a los extranjeros que se atrevían a pasar cerca de sus esquinas.
… Continuará …[R]
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