Soy incapaz de pensar, solo puedo agarrarme a su pelo. Esa lengua
suya me vuelve loco. No puedo hacer más que mirar su nuca mientras ella
se afana en morder, lamer y acariciarme con su boca. La veo con las
piernas abiertas, sus vaqueros y sus botas. Una camiseta gris ajustada
pero que me deja meter la mano por la espalda buscando acariciar su
piel, en un vano intento devolverle una mínima parte del placer que ella
me está dando ahora.
-Hoy te toca sufrir a ti - me dice sonriendo mientras me lame despacio, de abajo arriba.
Parece increíble lo que es capaz de hacer. Y yo que presumía de
experto en la materia, de necesitar solo mi lengua para hacer feliz a
cualquier mujer (y no estoy hablando de charlar)... Pues vaya repaso me
están dando... Se para... Un segundo. Uf!. Se aparta, me mira sonriendo
mientras se relame. Me agarra con fuerza y me muerde justo ahí donde
sabe que mas me gusta... Mientras juega con sus uñas y mi piel,
haciéndome arquear la espalda. Yo, tan solo soy capaz de agarrarme de
sus hombros o de acariciar su cara.
Esa cara que me ha saludado alegre, antes de invitarme a sentarme al
otro lado de la mesa y levantarse, andando muy despacio hacia donde yo
estaba, dejando que admirara que bien le quedaban esos vaqueros y como
se movía, tentador, ese collar sobre su pecho. Lo que ya no soy capaz de
recordad es como he terminado sentado en la mesa, justo enfrente de
ella, ni como ha sido tan hábil de bajar la cremallera, meter su mano y
empezar a jugar conmigo. Ha sido todo tan rápido... Y luego tan lento.
Ahora estoy a punto. Ella lo sabe, se relame... Y apoyando una mano en
mi pecho me deja acariciar el suyo mientras procede a un ultimo asalto,
porque esta segura de que no podré resistir sus embates mucho mas
tiempo. Esa lengua...
Llega un momento que veo pasar estrellas fugaces en el techo de su
despacho cuando consigue que llegue a gemir, olvidándome de todo.
Photo vía underview
No hay comentarios:
Publicar un comentario