Hoy he tenido una visión: creo que sé para qué sirven los periódicos (entiéndase periódico como símil físico (papel) q engloba el tan manido termino: "medios de comunicación" en cualquier formato y dosis). Pues está claro: tan solo sirven para enrollarlos y hacer un tubo. Estrecho y oscuro.
Recordáis cuando jugábamos a piratas y nos construíamos catalejos con cualquier diario o revista? Pues así. Así es como quieren que veamos la realidad: estrecha, larga, oscura y deformada.
Cualquier medio de comunicación tiene un AMO, que no es más que quien pone el pienso en el pesebre para que se pueda comer. Y cada amo tiene su punto de vista: el cual ha de ser reflejado por su medio.
Pero TODOS los amos, sean del color o condición que sean, coinciden en una cosa: cada vez la información esta más manipulada, más sesgada, más orientada a proporcionarnos lo que yo llamo "el último dato".
Algo así como: Fíjese, querido lector/consumidor, como miro por su salud mental. Como se lo resumo todo, en datos sencillos, en cifras comprensibles (100 es menos q 200 y eso todo el mundo lo entiende) para que Vd. tenga SU opinión enlatada y prefabricada, pero la crea propia.
Todos los grandes titulares hablan de cifras, nos dan datos como resumen de situaciones muchísimo más complejas, los medios (sus amos) lo justifican con esta actitud: "este problema es algo tan complejo que le va a costar entenderlo. Quédese con el último dato y así en el café podrá presumir con sus amigos"! Y lo malo es que lo están consiguiendo.
Usando un símil taurino, la mayor parte de los lectores/consumidores se ha acostumbrado a q se lo den todo hecho, los "medios" con mucha mano izquierda consiguen hacer una faena de aliño, y arrimar el morlaco hacia el tercio que más les conviene. Nos iluminan mucho más unas noticias que otras. Ponen el acento y el foco en una parte pequeña de la realidad, para hacernos desviar la mirada y que a través del tubo de papel, solo veamos una ínfima e interesada parte de lo que está sucediendo.
"Lo que no se ve, no se vende". Ya me lo decía mi abuelo que tenía un puesto de fruta en un mercado de barrio.
En realidad la explicación del ¿por qué? es sencilla: somos humanos y comodones por naturaleza. Compraremos aquellos productos (la información es otro producto de consumo masivo mas) que menos problemas nos den. Y punto.
Y lo peor está por llegar, me temo. El panorama que nos están pintando las decisiones tomadas la pasada semana por diversas autoridades al respecto de recortar fondos destinados a la educación de nuestros hijos, me lleva a pensar que, por desgracia, vamos a padecer durante varias generaciones a muchos borreguitos/consumidores, dóciles y nada problemáticos, del pasto q, cada día, les suministraran los diferentes amos.
Podría dar muchos más ejemplos, pero me remito, siguiendo la tónica general, al último dato: ¿"Un mundo feliz"?. ¡Un mundo adocenado!.
¡Miedito me da!

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