Silencio en sus acepciones más conocidas es, segun la RAE, (Del lat. silentĭum):
1. m. Abstención de hablar.
2. m. Falta de ruido. (El silencio de los bosques, del claustro, de la noche).
Cerca de la Universidad, por la mañana he visto una despedida. Ella, pequeña y morena, se abrazada muy fuerte a un gigantón rubio que no parecía de aquí. Una gran maleta en el andén del tranvía me decía que el gigantón volvía a su casa. Al lejano Norte. Pese a la diferencia de tamaño, era ella la que sonreía y le levantaba la cara al gigantón, intentando con su mirada darle los ánimos que él no encontraba por mucho que se empeñara en mirar al suelo.
En un momento dado, ella le la cogido por la barbilla y se ha acercado mucho a su cara, no le ha besado, solo le la mirado y le ha hecho un gesto de puro cariño acariciando la mejilla del rubio grandullón. Cuando el semáforo se ha puesto verde, ella ha cruzado decidida el paso de peatones dejando al gigantón atrás. El se ha quedado mirando el suelo a ver si encontraba por algún lado ese trozo de corazón que se le ha quedado aquí.
En ningún momento se han dirigido la palabra, tan solo ha habido una caricia silenciosa.
Por la tarde, en la cafetería de un centro comercial, una pareja de cierta edad ha interpretado otra obra silenciosa delante de mi. Me he acordado de una vieja película, creo que era "dos en la carretera". Cada uno de ellos estaba sentado a uno de los lados de la mesa. Ella leía un revista, el un períodico. Cada uno con su café. Ni siquiera se han pedido el azucar, estaba en el centro y cada uno se ha servido.
En un momento dado, me ha parecido que él ha dejado de lado el períodico un instante para mirar a la mujer que tenía delante, había una infinita tristeza en su mirada, como la de una persona que ha renunciado. Tan solo ha sido un momento de debilidad. Un momento después ella ha cerrado el libro, ha abierto el monedero, ha pagado las consumiciones y, sin decir ni mu, se ha levantado de la mesa. Él se ha tomado un poco mas de tiempo, ha doblado su periodico, ha cogido los paquetes y se ha despedido de la camarera. No han cruzado ni un sonido entre ellos, ni una palabra...nada. El vacio absoluto que se nota entre dos personas acostumbradas a ignorarse mutuamente de la manera más educada.
Silencios capaces de contar historias de amor y de desapego.
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