Hay varias clases de tiempo, esta el cronológico, el de todos los
días, el de las papillas, las lavadoras. Levantarse, ducharse y preparar
el desayuno.
Esta el tiempo emocional, aquel que hace que las horas nos parezcan
instantes si estamos a gusto, y al revés, si la situación no es de
nuestro agrado.
Esta el tiempo físico, el que nos marca el reloj biológico y nos
empieza a decir con insistente machacona que nuestro TIEMPO, el único
del que disponemos... No es eterno. Nos avisa, y por lo tanto no es
traidor. Nos insiste en que solo nosotros somos responsables de
aprovechar o malgastar nuestro tiempo.
A veces sentimos que vamos perdidos, sin tiempo para hacer todo lo
que querríamos hacer. En algún momento hay que parar y pensar (mira
quien fue a hablar, comentaras entre risitas burlonas, con razón: lo
confieso) pero, de un tiempo a esta parte, estoy aprendiendo a valorar
mucho mas el tiempo que queda, el único del que voy a poder disponer,
el que quiero gastar con la gente a la que quiero.
Ya lo dijo el amigo Drexler:
"Por esos tiempos yo andaba
Siempre corto de tiempo
Y nunca encontraba tiempo
En ningún lugar"
Son malos tiempos para pensar, solo podemos actuar, ...dejarnos
llevar es tan fácil...pero estoy seguro de que sabrás parar un
instante, aunque sea el tiempo necesario para leer esto, y al terminar
respirar hondo (sé que sabes hacerlo bien) y bajar el ritmo.
Respira.
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